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El viaje

Viernes 24

Piendamó – Ibarra 505 km

Viaje sin inconvenientes, al acercarse a la frontera el precio del galón de gasolina empieza a bajar significativamente a causa de los subsidios estatales, por lo que desde la estación de servicio en el sitio conocido como Remolinos se consigue gasolina a $6000 el galón, importante antes de cruzar la frontera tanquear la moto full en Ipiales ya que en Ecuador no venden gasolina a los colombianos hasta 100km dentro del país, al llegar a Inmigración en Colombia debe hacerse la salida del país para eso solo se necesita el pasaporte, una vez sellado hay que cruzar el puente de Rumichaca y dirigirse a Inmigración ecuatoriana donde sellaran el pasaporte (esto es relativamente rápido) luego hay que hacer el ingreso de la moto, la aduana ecuatoriana ha simplificado mucho este proceso y ahora solo se necesitan la tarjeta de propiedad del vehículo, el pase y la cedula del propietario (lo más recomendable es que la moto este a nombre del que la conduce) sin necesidad de sacar fotocopias a color como exigían en el pasado (aunque por precaución es bueno escanear estos documentos y tenerlos en internet…por si algo) como yo ya había viajado en el 2013 a al costa ecuatoriana los datos de la moto ya estaban en el sistema y solo me demore 15 minutos en ese trámite (eso y que tampoco había cola en el lugar) Por cierto, ya no es requisito comprar el SOAT mientras se está en el Ecuador por lo que son unos dólares que nos ahorramos en el viaje Tip: llevar comida para comer algo mientras se hacen los tramites, las quesadillas en ese lugar son a un dólar, como salí con buen tiempo de la frontera llegue a un pueblo llamado atuntaqui cerca a Ibarra donde conseguí hotel por 15 US, eso sí toco hablar con el encargado para guardar la moto dentro del hotel y me comi mi primera chaufa (arroz chino) también conocí a una pareja de esposos que me recomendaron visitar muchos sitios del Ecuador (amablemente me hicieron un mapa que luego subiré)

Sábado 25 de junio

Ibarra - Cuenca 566 km

Salí temprano para que me rindiera el día, ya que por delante tenía  el cruzar los andes ecuatorianos y eso significaba 2 cosas: frio y muchas curvas, eso si hay que tener cuidado con las leyes de tránsito, Ecuador es un país donde se las toman muy en serio...especialmente el exceso de velocidad (incluso puede llegar a dar cárcel) hay límites muy estrictos sobre la velocidad tanto en recta como en curvas, por lo que hay que estar atento de los radares de velocidad de los cuales me encontré de 2 tipos: un panel led de color negro sobre un fondo amarillo que va indicando la velocidad y el otro una cámara con una luz estroboscópica que se ilumina al acercarse, en todo caso si uno está atento a la carretera los puede ver con tiempo y reducir la velocidad, en la ruta que tome no me encontré ninguno(eso creo..) hasta llegar a Cuenca pero ahí abusaron con toda la gana...unos 10 km antes de llegar a la ciudad hay un trayecto de unos 3km donde hay unas 10 cámaras, seguidas, sin misericordia. Al llegar conseguí hotel en el centro por 20 US con parqueadero y desayuno incluido.

Cuenca es una ciudad espectacular, esa noche recorrí el centro histórico y ahí es donde uno se da cuenta de lo devaluada que esta nuestra moneda, con excepción de la gasolina todo es muy caro en el Ecuador (pregunte un saco de dragon ball y costaba 60 US cuando uno lo consigue en 30 US en Bogotá)

Domingo 26 de junio

Cuenca - Tumbes 241 km

Al día siguiente recorrí la ciudad en un tour en bus que me costó 8 US y se consiguen en la plaza de armas (hay que llevar bloqueador o gorra por que el sol pega duro) el tour demora hora y cuarenta y sale de la Catedral...vale la pena hacerlo y no es muy caro.

Salí de Cuenca como a las 12:00 pm rumbo a la frontera con Perú en Huaquillas, porque Huaquillas? viajeros con los que hable antes del viaje me informaron que la frontera de Macara era más sola y peligrosa por lo que no quise tentar la suerte y me fui a la frontera por esa ruta, algunos  pedazos de la vía están en reparación por lo que había partes donde no existía capa asfáltica y la moto sufrio bastante, en este sector fue donde me encontré por primera vez con los fuertes vientos de los cuales ya me habían hablado y que uno no los dimensiona completamente hasta que le tocan cogiendo una curva un poco inclinado cuando de repente la moto por si sola se acostó más, fue la primera vez que supe a que sabían mis testículos en el Ecuador...luego del susto y terminada esa parte desértica, la moto empieza a ganar potencia por el aumento en la presión atmosférica...Todas esas promesas y buenas intenciones sobre respetar las leyes quedarón en el pasado...la moto pedía azote y la falta de tránsito o de policías en la carreteras sumado a las curvas del trayecto hicierón de esa parte una de las más divertidas del viaje.

Antes de Huaquillas nuevamente hay más radares de velocidad...pilas, están muy seguidos y aquí vienen los tramites de la frontera: existe en ambos lados el centro binacional de atención fronteriza (CEBAF) en el cual se hacen los trámites legales, pero como yo llegue un domingo...precisamente ese día no trabajan por lo que me toco devolverme a la aduana de Chacras a hacer la salida de la moto, hay que llevar una fotocopia del papel que le dan a uno en Rumichaca, lo firma el encargado y sale (en ese sitio no hay colas, ni orden, ni ganas de trabajar...por lo que hay que estar encima del funcionario para que le haga el "favor" de atenderlo)

Ya con el papel sellado, se va al lado peruano y en CEBAF se sella la salida de Ecuador y la entrada a Perú, para la moto se debe ir a aduana (ahí mismo) y con los papeles originales se tramita el ingreso al país, a diferencia de Ecuador, aquí si es necesario comprar el SOAT y tiene un costo de 35 US - lo venden ahí mismo - pero si uno tiene un seguro internacional (como el que le compre a la moto en Colombia) no hay necesidad de comprarlo.

A diferencia de Ecuador, donde la gente respeta las leyes, conducir en Perú es muy parecido a hacerlo en Colombia...esta gente no respeta nada ni a nadie, las direccionales están descompuestas de todos los vehículos (más de uno se habrá asombrado al verme usándolas) y por sobre todas las cosas hay que evitar a los moto taxis...amos del universo vial peruano a los que poco o nada parece importarle la integridad propia y la de los demás (fui demasiado amable con la descripción de esos personajes) Tumbes es la primera ciudad grande del Perú que uno se encuentra, cerca de la plaza de armas (parque principal para nosotros) encontré el hotel más barato en el que me he quedado hasta ahora (20 soles) eso sí, lo barato sale caro (sin comentarios…) también pude cambiar unos dólares a soles (el cambio es 3 soles por dólar) y retirar soles del cajero de BBVA, por cierto hay un asadero de pollos por la avenida Bolognesi del que no recuerdo el nombre, pero que pollo para rico y era un corrientazo común y corriente...la leyenda de la cocina peruana empezaba a surgir.

Lunes 27 de junio

Tumbes - Chiclayo 502 km

Las leyes de transito peruanas son más flexibles que las Ecuatorianas, razón por la cual se puede ir un poco más rápido (120 km/h...sostenido) Perú está hecho de rectas y no hay radares de velocidad, por lo que se puede dar rienda suelta al acelerador (sería bueno contar con esos pertrechos que ayudan a acelerar para descansar la mano en las interminables rectas de la costa peruana) apenas saliendo de Tumbes me toco mi primer retén policial, el policía bien vivo me dijo que me faltaba la vacuna de la fiebre amarilla...que me tenía que devolver hora y media a aplicármela ppppfffffffff...el man quería era plata y si bien es cierto que hay que tener la bendita tarjeta de vacunación (la que por cierto es gratuita en Ecuador y acá vale 30US) tampoco hay que dejarse enredar de esos manes y al final - sin darle un peso - el polocho me dejo pasar, por cierto la policía de carreteras anda en Honda CBX 250 Twistter (velocidad máxima de 130 km/h) cuando los de Ecuador tenían unas hermosas tetracilindricas - no las alcance a identificar pero creo que eran unas Bandit - cuando le pregunte a uno de esos manes si todos andaban en esos jugueticos, me respondió que de Chiclayo hacia abajo las cosas iban mejorando...habría que ver.

Un motero peruano que conocí en Inmigración me dijo que las distancias en Perú donde no había una estación de gasolina eran bastante grandes, particularmente entre Piura y Chiclayo por lo que me aconsejo llevar gasolina de reserva en un recipiente para no quedar tirado en medio del desierto, me conseguí un tarro de agua de 5 litros, lo llene con gasolina y lo amarre a la moto, por cierto la gasolina en Perú viene en 3 sabores diferenciadas por el octanaje: 84,90 y 95...a la moto le estoy echando de 90, eso es lo que más me ha dado duro en el bolsillo porque si el galón sale a 12 soles y cada sol es como a $900 entonces los 4.5 galones que le caben a mi moto me salen en $48600 y eso que no he tenido en cuenta el coste adicional en el consumo ocasionado por los fuertes vientos que en todo momento están soplando y que aumentan el consumo de la moto: normalmente mi moto hace 250 km con un tanque, pero acá me está dando 220 km, una diferencia entre 10 y el 15%...solo por el viento.

Llegue temprano a Chiclayo (tipo 4:30 pm) por lo que ubique un internet y en busque un alojamiento BBB, hice la reservación y me dirigí al hostal.

En Ecuador había intentado comprar una Sim Card (chip en Ecuador y Perú) para tener datos y minutos durante el viaje, pero me habían dicho que necesitaba un DNI ecuatoriano para poderla activar por lo que me pase Ecuador sin datos en el celular, en Perú al comentarle a la dueña del hostal me dice que el hijo trabaja en un METRO y que ahí me la venden sin ningún problema, que vaya y averigüe…y ya que quedaba a 3 cuadras, me fui a buscar el dichoso chip.

El operador con más cobertura en el Perú es Claro, por lo que busque un stand de esa empresa y le explique lo que buscaba al encargado (extranjero que solo iba a estar 1 semana en el Perú y necesitaba datos y voz) muy diligente el pelao me dice que con el número del pasaporte se puede activar el chip, el cual tiene un costo de 6 soles (voz y datos incluidos)…me genero la tirilla de pago, cancele el dinero y cuando volví para que activara el chip, el bendito sistema arrojaba un error – una validación DOL que comparaba mi número de identificación contra la base de datos de peruanos, donde por supuesto no iba a aparecer – intento con mi cedula colombiana e incluso intento con su propio DNI pero por ningún lado se podía activar, una hora después y cuando ya le había manifestado que devolviera la transacción y me regresara mis 6 soles, hablo con la coordinadora y me dierón otro chip diferente al que me habían dado en un principio (termine con 2 chips) la verdad todavía no sé qué hizo pero tenía datos en el Perú!!!

La señalización ha mejorado mucho en Ecuador respecto al 2013 que estuve por allá y exceptuando la variante de Quito (en la cual un motero que conocí me guio en el ingreso a la ciudad) se puede atravesar el país sin necesidad de contar con un GPS o una brújula, pero Perú es otra cosa…la señalización deja mucho que desear en las carreteras y ni que decir en las ciudades, además la nomenclatura es muy diferente a como lo es en Colombia (todas las calles tienen nombre y manejan por cuadras, por ejemplo:  Avenida Larco cuadra 3) por lo que se hace necesario contar con un buen GPS en este país.

Martes 28 de junio

Chiclayo – Barranca 581 km

Mucho viento en este trayecto, iba en una carretera recta pero la moto se inclinaba como si fuera cogiendo una curva suave…al principio asusta un poco pero después uno se acostumbra y compensa la inclinación, lo que sí es preocupante es que a los 120 km/h y con esos vientos tan fuertes el sobrepaso de camiones o buses se convertía en una tarea complicada, debido a que el camión genera una cortina que mientras uno lo pasa, detiene el viento pero apenas uno lo pasa…el viento vuelve y pega con su inclemencia haciendo que toque coger la moto duro o si no podía terminar estrellado contra otro vehículo que viniera en sentido contrario.

Fuera del viento, otro detalle importante a tener en cuenta es el frio: uno pensaría que en pleno desierto, al lado de la costa, con un cielo totalmente despejado haría bastante calor (de hecho había planeado hacer este trayecto en camiseta, pantaloneta y chanclas) pero nada más alejado de la realidad, el frio fue inclemente y me toco cambiar los guantes que había llevado para clima cálido por los impermeables, que soportaban mejor el frio…Es bien importante averiguar cómo está el clima la época del año en la que se piensa viajar, para no cometer la primiparada

Aquí tuve mi segundo encuentro con la policía de carreteras, los cuales esta vez andaban en un XJ 600, nuevamente me pidieron los papeles de la moto y los míos – no molestaron por la bendita vacuna de la fiebre amarilla – y en eso les comente sobre las motos ecuatorianas y las que tenían los policías peruanos en el norte…los manes se me quedaron viendo, me entregaron mis papeles y nos pusimos a hablar de las motos, este sería mi último encuentro con la policía peruana y me llevo una buena imagen de ellos – pueden ser que la muestra para dar mi opinión sea muy pequeña, pero no puedo hablar de lo que no conocí – de los Ecuatorianos….no sabría decir, en las 2 veces que me atravesé el país, no me detuvieron en ningún reten.

 Miércoles 29 de junio

Barranca – Lima 187 km

Al frio, que iba en aumento, se sumó la niebla: la más densa que he visto en mi vida, tanto así que en un trayecto en el que no veía nada me toco disminuir la velocidad a menos de 20km/h y encomendarme a todos los dioses porque la situación estaba muy complicada, la próxima vez sería bueno contar con unas buenas luces rompe niebla para estos momentos (y eso que estoy en el desierto al lado del mar…)

Luego de casi 3 horas de recorrido, llegue a Lima y la verdad no encontré el letrero “Bienvenido a Lima” debido a que el ingreso a la capital peruana por el norte se parece a la entrada a Bogotá por el sur, muchos pueblos satélites con demasiado tráfico y congestión pero la verdad no me pareció tan terrible como me habían dicho algunos conocidos, claro que es complicado pero para alguien que ha manejado en Bogotá es mucho más fácil lidiar con el trafico limeño, no hay tantos carros y las vías están en buen estado…eso sí, nadie le va a prender una direccional, toca conducir muy a la defensiva y estar atentos a lo que van a hacer los demás conductores.

Ubicarse en Lima como extranjero, sin conocer nada ni a nadie es complicado, por suerte tenia datos en el celular y con ayuda del GPS pude llegar sin contratiempos al hostal, el cual estaba ubicado en el distrito de Miraflores, el cual es una zona elegante y de gente adinerada donde no se ve indigencia o basura en las calles.

El hostal es un cuento aparte, debí ser el único latino en todo el edificio…Europeos, asiáticos y norte americanos eran los clientes frecuentes del lugar, el sitio es muy agradable, está ubicado en un buen sector de la ciudad (se puede caminar con total tranquilidad) es supremamente barato – 50 soles por 2 noches, con desayuno incluido – pero lo que me hace recomendarlo, es la calidad de las personas que atienden el lugar, es un sitio de mochileros para mochileros, cuando me registre solo tomaron mis datos pero no me cobraron…al siguiente día hablando con el encargado le comente que aún le debía lo del hospedaje, que porque no me había cobrado y este personaje me dice: “es que aquí confiamos en la gente” donde se ha visto eso? el man lo decía en serio y me explico que mucha gente llegaba al hostal sin un peso en el bolsillo, por lo que dejaban sus cosas y se iban a la ciudad a trabajar, rebuscándose el dinero del hospedaje y la comida. El hostal se llama NunaWasi y lo pueden buscar en internet…muy recomendado.

Como toda capital, Lima tiene muchos sitios para visitar y cosas por hacer, dentro de mis recomendaciones están:

  • No pagar un tour por la ciudad, son demasiado caros y en cualquier agencia de IPeru se consigue un folleto con los sitios turísticos de la ciudad, los cuales se pueden visitar en la moto.

  • Artesanías baratas se consiguen en el centro histórico, sobretodo en la casona…pero si quiere algo más de variedad (eso si más caro) le recomiendo la avenida Larco y Petit Tuars, donde fijo consigue lo que necesita para llevar de regreso (excepto faldas cortas con bordados)

  • Sitio para caminar, indudablemente el malecón: una vista impresionante de la costa limeña, muchos parques y sitios llamativos para conocer.

  • La comida peruana: cerca al centro histórico, al lado del palacio presidencial suelen hacer con cierta frecuencia un festival de comida peruana donde bajo una misma carpa ponen a su disposición toda la gastronomía peruana…anticuchos, ceviches, lomitos, dulces y mucha, mucha chicha morada, la vida es buena.

  • Que tomar: no puede marcharse de Lima sin haber probado el pisco sour (bebida nacional peruana) y una cusqueña, la zona rosa está ubicada en Barranco aunque en Miraflores se consiguen buenos bares donde parchar un rato.

Viernes 2 de julio

Lima – Huacho 187 km

Salí de Lima temprano pensando en hacer el cambio de aceite que necesitaba la moto, a diferencia del ingreso, tome la vía paralela a la costa y resulto mucho más fácil para salir de la ciudad, sin tanto tráfico o semáforos…saliendo de la ciudad vi un lugar con muchos talleres de carros, pare ahí (según el GPS estaba en el Callao) e hice el cambio de aceite sin mayores problemas.

Ya en la panamericana, de un momento a otro el velocímetro dejo de funcionar y me acerque al pueblo más cercano (Huacho) para averiguar el reemplazo del cable, justo cuando le estaba mostrando al mecánico el desperfecto caigo en cuenta que la barra izquierda estaba botando liquido hidráulico, no me iba a devolver a Lima así que busque un hotel en esa ciudad y la tarea de solucionar ese problema quedo para el día siguiente.

Sábado 3 de julio

Huacho – Trujillo 371 km

A las 8:00 am salí en busca del repuesto para la moto, pero infortunadamente Perú es territorio Honda y Yamaha, las motos Suzuki son, en palabras de un mecánico, “exóticas” y solo se consiguen los repuestos por encargo, llame a Lima a un taller de motos de alto cilindraje pero no me dieron razón del empaque, por lo que me aconsejaron hablar con los distribuidores oficiales de Suzuki en el Perú (Derco) pero no me dieron razón del empaque, ya me estaba decidiendo a continuar el viaje con la moto en ese estado cuando preguntando en el grupo de wassap de la GS sobre un retén de otra moto que le sirviera a la mía, me dicen que el de la Pulsar NS 200 le queda como anillo al dedo…con esa información me volvió el alma al cuerpo y salí al taller para cambiar el retén.

Una cosa era saber que reten le casaba a la moto y otra muy diferente cambiarlo, el concepto de “exótica” no se quedaba corto y la verdad el mecánico que se le midió a cambiar el retén NUNCA había trabajado en una GS, comentarios como “veee esto tan simple” o “ahhhhh eso tiene su lado” eran inquietantemente recurrentes durante toda la mañana que duro el proceso y es que la verdad fue bastante dispendioso sacar el dichoso reten de la barra (el mecánico tuvo que fabricar varias herramientas a la medida de la barra) hecho eso, solo fue cuestión de cambiarlo, rellenar la barra con fluido hidráulico y montarla en la moto, lo primero que hice una vez la saque del taller fue probarla en la carretera para ver que la dirección no había quedado desnivelada o con vicios raros…acelere y frene varias veces y en ningún momento hizo giros extraños (debí haber puesto más cuidado en esta revisión) por lo que así continúe con mi viaje.

Casi a la 1:00 pm salí hacia el norte, no hubo niebla en el camino y el cielo estuvo despejado pero los vientos pegaron más duro que en el viaje de venida, por lo que el esfuerzo ya se estaba haciendo sentir en el cuerpo, con el contratiempo del retén me toco cambiar el cronograma y puse como meta de ese día llegar a la ciudad de Trujillo, el tiempo y los kilómetros transcurrían y me tocó ver el atardecer en el desierto, muy bonito ver como cae el sol naranja sobre el desierto, pero si me cogía la noche en el camino las cosas se me iban a complicar demasiado, por lo que acelere la marcha y ya sobre las 6:30 pm llegue a Trujillo…bueno no Trujillo ,sino un pueblo a 5 minutos donde me metí en el primer hotel-motel que encontré (la verdad a esas alturas no me iba a poner de exigente)

Pague el hospedaje, guarde la moto y salí a buscar algo de comida…el hotel-motel estaba muy alejado del pueblo y no habían sitios de comida cerca, por lo que fui a una tienda y compre un yogurt y unos comapanes, el detalle es que el yogurt estaba fuera de la nevera y aunque me pareció raro me dije: “si así lo toman acá no debe de caerme mal” Tip: lleven sal de frutas o alka seltzer, nunca saben cuándo les puede hacer falta.

Domingo 4 de julio

Trujillo – Macará 555 km

Siempre dicen que el viaje de regreso es más corto que el de ida…y la verdad este trayecto rindo mucho, tanto que en la mañana había retirado del cajero soles y dólares, pensando que me podría quedar otro día en Perú pero a las 4:00 pm ya estaba en Macará, plena frontera con el Ecuador…Este es el otro sitio fronterizo entre los 2 países y tome esta ruta – haciendo caso omiso a los consejos que me habían hecho - por 2 razones:

  1. El motero peruano que conocí en la frontera había ingresado al Ecuador por allá y me dijo que todo estaba bien, tanto en orden público como en el estado de la vía.

  2. Por conocer.

El trayecto Piura – Macara es un poco solitario, pero la carretera está en buen estado por lo que una velocidad promedio de 140 km/h debería de desalentar a cualquiera que me quisiera robar…con esa idea me fui, tomando las curvas con calma pero sin sentir nada raro en la suspensión de la moto. Este paso fronterizo al ser menos usado que Huaquillas es mucho más artesanal, la aduana e inmigración están ubicados en casas de familia (te están sellando el pasaporte y atrás en la sala están viendo la novela) pero así mismo la atención es muy rápida, como tramite adicional: a la salida del Perú hay que dejar la tarjeta andina que le entregan en la entrada al país (ese trámite no es necesario en Ecuador) más allá de eso, en media hora había realizado los tramites en las 2 fronteras y como apreciación personal, en ningún momento la frontera me pareció insegura o peligrosa, debo de confesar que al momento de hacer el ingreso al Ecuador estaba un poco nervioso de que fueran a aparecer las multas que pensaba me habían hecho al momento de cruzar por Cuenca (sé que me comí un par de radares de velocidad) pero no me pusieron problema alguno al ingreso, para estar seguro se puede consultar la página de la agencia nacional de tránsito del Ecuador (http://www.ant.gob.ec)

Lunes 5 de julio

Macara – Riobamba 520 km

El trazado de la ruta cambia totalmente al entrar a territorio Ecuatoriano, pasar de las interminables rectas peruanas a las serpenteantes (aunque impecables) carreteras ecuatorianas, marca el inicio de los andes y con ello la diversión está asegurada, y así de divertido estaba que al coger la primera curva al salir de Macara me incline un poco – no mucho – y comencé a sentir una fuerte vibración en la dirección, pensé que había cogido un desnivel en la carretera y seguí…curva a la izquierda, perfecta pero al coger nuevamente la curva a la derecha aparece la vibración de nuevo (casi pierdo el equilibrio) así que me toco devolverme al pueblo a buscar un mecánico que me ayudara con este “nuevo” problema.

El primer mecánico escucho atentamente lo del cambio del retén y me dijo que posiblemente al moverla, la barra había perdido su alineación por lo que tocaba ir girando poco a poco la barra hasta que se ajustara nuevamente (¿¿¿???) efectivamente giro la barra, me dio la bendición y me dijo que no podía hacer más, así que busque otro mecánico.

El segundo mecánico fue igual de atento, pero no encontró ninguna razón para el extraño comportamiento de la moto, la miro desde todos los ángulos, reviso todos los tornillos y bujes sin encontrar nada raro y me dio otro dictamen: era posible que en uno de los muchos golpes que le di al rin delantero este se hubiera deformado y tal deformación es lo que explicaría el “beri beri” que tenía la moto.

Con dos diagnósticos diferentes, emprendí el camino por los andes ecuatorianos…eso si conduciendo como princesa al coger las curvas hacia la derecha, realmente fue muy desgastante tanto física como mentalmente lidiar con la moto en esas condiciones…básicamente me invente un nuevo estilo de conducción donde la moto queda totalmente recta al coger la curva y es el piloto el que con su peso hace el giro, al principio fue duro y me salí varias veces de mi carril pero con el tiempo le cogí practica y pude sostener un ritmo de marcha no decente, pero al menos un ritmo.

Con la moto en tales condiciones tenía dos opciones: seguir la ruta de la costa, más larga pero con menos curvas o continuar por la sierra, mucho más corta pero plagada de curvas… ¿qué sería de la vida sin retos? Y tome la ruta de la sierra, nuevamente muchos radares de velocidad al acercarme a Guayaquil y un aumento en el tráfico de vehículos por esa zona, pero lo realmente peligroso comenzó una vez se empieza a subir la montaña, unos 50 km antes de Colta empezó una neblina muy densa (similar a la de Lima) con la particularidad de que esta duro algo así como 30 km y sumado al tráfico vehicular – y que no todos los vehículos prenden las luces (dato que aprendí a las malas en un fallido intento de sobrepaso con esa niebla) – me obligaron a viajar detrás de un camión todo ese recorrido porque la verdad no me sentí capaz de andar solo en esas condiciones (un poco de humildad viene bien de vez en cuando)

Terminado el tramo de niebla, se abre el cielo y se vislumbra el imponente Chimborazo, la laguna de Colta y unos kilómetros más adelante la ciudad de Riobamba, como llegue tipo 6:00 pm me toco el atardecer sobre unos nevados que están al pie de la ciudad (no recuerdo el nombre) y al verlos de esa tonalidad naranja-rojiza hizo que el esfuerzo de los kilómetros anteriores valiera totalmente la pena.

Martes 6 de julio

Riobamba – Ipiales 454 km

Luego de un impresionante desayuno buffet en el mejor hotel que me hospede durante todo el viaje (Hotel Bambú…US 20 negociados) procedí a iniciar el penúltimo recorrido de esta travesía, en poco más de 5000 km de recorrido nunca me llovió – suerte, intervención divina, llámelo como quiera – el caso es que ni una vez me puse el impermeable que lleve, el caso es que saliendo de Riobamba empecé a ver muchas nubes negras y las cuales estaban generando lluvia cerca de la carretera, pero ninguna cayó sobre el asfalto, el dato puede parecer irrelevante pero me pareció importante anotarlo.

Al llegar a Rumichaca se realizan los trámites de inmigración: se sella el pasaporte con la salida de Ecuador y luego se hace el trámite en Aduanas para la salida del vehículo, todo normal y sin contratiempos para luego pasar al lado colombiano (Por fin en casa) a sellar el pasaporte con el ingreso al país y si señores, estamos de nuevo en la tierrita!!!

En un anterior viaje que había realizado al Ecuador, nos alojamos en un hotel cerca a la plaza de mercado (una terrible elección) esta vez, como llegue con algo de tiempo, pude buscar un mejor hotel en la ciudad y cerca a la alcaldía de Ipiales encontré muchos hoteles, después de preguntar me quede en el Nubes Verdes por $30,000 (parqueadero incluido) BBB

Miércoles 7 de julio

Ipiales – Piendamó 364 km

Este trayecto se me hizo muy largo por el problema de la dirección que tenía la moto, el hecho de no poder coger bien las curvas y estando tan cerca de casa, me generaba una ansiedad que me hizo cometer un par de errores (salidas del carril) las cuales por fortuna, no pasarón a mayores…con todo y eso, llegue a casa alrededor de las 2:00 pm dando por concluida esta aventura.

Epilogo

LO QUE FALTO: el kit para despinchar, afortunadamente no lo necesite, pero una pinchada en el desierto peruano y le cuento que perdió el año, también están las luces rompe niebla y un pequeño kit de primeros auxilios (curas, gasa, alcohol, sal de frutas…etc.) Más ropa para clima frio y el visor oscuro para el casco (no lo lleve porque desconocía las normas en cada ciudad y país por el que pasaba y quería evitar inconvenientes legales)

LO QUE SOBRO: realmente nada, mi equipaje fue lo que cupo en un baúl de 42 lts (incluyendo herramienta e impermeable) y un maletín que lleve amarrado con un pulpo en el asiento del pasajero (para los traídos) El viajar ligero es muy importante para disfrutar el viaje.

LO PEOR DEL VIAJE: la falta de tiempo para conocer más lugares y personas, el factor económico también fue decisivo para la duración del viaje, el peso colombiano es un mal chiste en comparación con el dólar y el nuevo sol por lo que nuestro poder adquisitivo se ve muy disminuido, en total se me fuerón mas de 2 millones de pesos (aunque eso tampoco es problema, existen las motoposadas y la experiencia de mochilero para viajar) y el no haber contado con una sim card en Ecuador.

LO MEJOR DEL VIAJE: más allá de los lugares en los que estuve o de las personas que conocí, pienso que estos viajes llevan a conocernos mejor, a saber de qué somos capaces a desconectarnos del mundo y ver de qué estamos hechos, resulta paradójico que para conocer que hay en nuestro interior tengamos que alejarnos de todo, pero las cosas buenas pasan más allá de la zona de confort, aprendí mucho en este viaje y desde ya estoy planeando el próximo hasta la Patagonia.

Al final solo nos queda lo que vivimos y sentimos, algunas personas se gastan su vida detrás de un escritorio como engranajes de una maquinaria bien aceitada y eso está bien, pero habemos otros que no nos conformamos con lo cotidiano, que no pensamos igual a los demás (perdí la cuenta de cuantas personas me tildarón de “loco” cuando les comente sobre el viaje, pero extrañamente al preguntarles que tan lejos habían viajado, los “cuerdos” no conocían más allá de sus narices) que siempre queremos saber que hay más allá. El viajar nos libera del constructo social en el que vivimos, nos aleja de los problemas y las preocupaciones, abre nuestro entendimiento al conocer otras personas y culturas, pero lo más importante nos permite conocernos a nosotros mismos.

Museo de Arte Italiano - Lima
Frontera de Macará Ecuador-Perú
Plaza de armas - Lima
Cambio de reten,  Huacho - Perú
Limites de velocidad en Ecuador
Centro Comercial Larcomar, Lima
Al fondo el  volcan Cotopaxi - Ecuador
Puente Roto, Cuenca -Ecuador
Mercado campesino, En algun lugar de la sierra Ecuatoriana
Casa de algun millonario, Cuenca - Ecuador
Tour por Cuenca - Ecuador
Motos de transito en Perú
Museo de arte de Lima - Perú
Terraza del hostal nuna wasi, Lima -Perú
Alguna catedral importante, Cuenca - Ecuador
Silent Hill en algun lugar de la sierra Ecuatoriana
Hip hop en el parque de Cuenca - Ecuador
En algún lugar del desierto peruano
Precios de la gasolina, Perú
Un servidor en Lima
Hostal Nuna Wasi, Lima - Perú
Faldas y mas faldas, Lima - Perú
El desierto peruano
Plaza de armas, Lima - Perú
Museo de Arte de Lima - Perú
Con el parcero Frank en la frontera Ecuador - Perú
Bajando de Cuenca - Ecuador
Cosas tristes en la vida y esto, Huacho - Perú
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